A veces te sientes nervioso ante una situación, pero sigues adelante de todos modos, pero sufrir ansiedad puede llevarte a evitar situaciones concretas, cambios en tu rutina o incluso comportamientos fóbicos. La ansiedad consiste en un estado más amplio y persistente de preocupación, miedo y aprensión excesivos.
Ejemplos de nerviosismo o ansiedad
En determinadas situaciones, todos nos sentimos nerviosos o ansiosos. Sin embargo, en algunas ocasiones, sentirse nervioso no es lo mismo que experimentar ansiedad. Existen diferencias entre sentir nerviosismo en determinadas situaciones y experimentar ansiedad en función de la intensidad y la frecuencia de los síntomas.
Por lo general, el nerviosismo se considera una forma leve de ansiedad y suele asociarse a un determinado acontecimiento o situación. Es normal cierto nivel en situaciones comunes y en la vida cotidiana. Quizá se trate de un examen importante, la preocupación por pagar tus cuentas o la necesidad de encontrar un nuevo trabajo. O puede que te preocupe el estado del mundo en este momento, o que tengas una sensación persistente de que las cosas no van bien. Todos estos son sentimientos cotidianos normales, que pueden calmarse durmiendo mejor, comiendo mejor, haciendo más ejercicio y participando en la vida de la comunidad.
La ansiedad produce una sensación más abrumadora que a menudo se agrupa con el estrés. En el caso de la ansiedad, existe una sensación constante y persistente que puede afectar a la vida cotidiana. La ansiedad puede manifestarse también físicamente, con efectos negativos como inquietud, taquicardia, dificultad para respirar, temblores, dificultad para concentrarse y trastornos del sueño. Cuando sientes ansiedad de forma persistente, puede tratarse de ansiedad crónica, y te ayudaría hablar con alguien.
¿Qué hacer ahora mismo?
Comprende que muchas personas se sienten así. No estás solo. Existen recursos a los que puedes acceder fácilmente para aliviar tu ansiedad. Visita ahora FindHelp.org o llama al 988.